Está basado en el desarrollo afectivo del niño. Pretendemos que la escuela sea una prolongación de su casa, donde el niño se siente querido y seguro.
Buscamos un aprendizaje significativo, apoyándonos en los conocimientos previos del niño y de esta forma favorecer la adquisición de los nuevos.
Atención individualizada. Es necesario que nuestra intervención se ajuste al momento evolutivo de cada niñ@.
Fomenta la autonomía y como consecuencia la autoestima.
Desarrolla la educación en valores. Los sentimientos, los valores y las actitudes son imprescindibles en la formación armónica de la persona.
La programación de actividades gira en torno al juego, la actividad, la creatividad y la psicomotricidad.
La actividad diaria se desarrolla bajo un clima de alegría, confianza y cariño.